este breve artículo propone hacerte pensar, no darte respuestas, así que si te animas… sigue leyendo.
Quisiera ponerte a contemplar 2 cosas:
1. Las caricias entre los chicos es un tema muy pero muy común.
2. Nuestra respuesta a esta situación, no siempre es muy bíblica.
Un problema común
Las cosas sexuales dentro de la iglesia son una de las más escandalosas y que traen más consecuencias. Esto es porque hemos categorizado el pecado y el área sexual ha quedado entre las más oscuras y clandestinas. No quiero decir que no sean cosas serias, pero tenemos que aprender a verlas como lo que son: problemas que viven a diario nuestros chicos y que por la barrera que hemos levantado alrededor de éstas, les es muy difícil confesar.
Una de las cosas que puedes hacer, si quieres perder la confianza de tus chicos, es alarmarte cuando escuches sus problemas. Ellos ya vienen con una mentalidad predispuesta a escuchar a un adulto que los juzgue y critique. No seas tú uno de esos. No te escandalices cuando escuches que un chico y una chica están explorando territorios en sus cuerpos que aún no les corresponde. No te estoy diciendo que lo aceptes o les des una felicitación por esto, solo te digo que no hagas una escena y que te enfoques en la mejor manera de ayudarles a salir de esto.
Ten presente que ellos vienen con la vergüenza en sus rostros. No necesitan que se los recuerdes. Han sucumbido a sus deseos primarios y han roto los preceptos que siempre han tenido. Esto es normal, esto es común. El hecho que no lo hablen no significa que no estén pasando por estas cosas, simplemente significa eso: que no lo hablan.
Y a todo esto, ¿por qué no?
Dentro de lo que hemos aprendido, sabemos qué cosas podemos hacer y qué otras no deberíamos hacer. Como cristianos se nos ha enseñado una serie de reglas que debemos seguir. La mayoría de ellas son correctas, sin embargo, hemos fallado en poder dar una explicación convincente y bíblica de por qué no hacemos ciertas cosas. En el tema de caricias y noviazgo vas a encontrarte con una pregunta que tendrás que estar listo para responder: “¿Y por qué no? Después de todo, no le hacemos daño a nadie. Es más, es placentero y nos demostramos amor de esta forma. En la televisión me aconsejan que exploremos nuestros cuerpos, que esto es sano. Además, no es que estamos teniendo relaciones sexuales en sí, solo nos estamos conociendo; y si algún día llegáramos al sexo, tampoco estaría tan mal, solo tendríamos que cuidarnos un poco”.
No puedes darte el lujo de responder: “porque es pecado”, porque entonces te enfrentarás a otra pregunta: “¿Y por qué es pecado?” Posiblemente te verás tentado en responder: “Porque la Biblia lo dice” y entonces sí que te verás en un aprieto, ya que la Biblia NO LO DICE. Debes entender que los valores y la forma de razonar de nuestros jóvenes en el siglo 21 es muy diferente a la que se nos enseñó años atrás. Lo que para ti es sagrado y no necesita explicación, para ellos será materia de escrutinio o de lo contrario no lo creerán. ¿Estás listo para dar una respuesta bíblica e inteligente a las parejas de tu grupo?
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